Agregándole más al asunto, el muy sabio Jesucristo, puntualizó que “todo reino divido contra sí mismo viene a parar en desolación, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá en pie.” ¿Qué podemos destacar de las palabras que ya citamos de los dos sabios del pasado? ¿Serán dichas afirmaciones aplicables a la situación actual de la realidad nacional en el aspecto económico-político?
Tanto Platón como Jesucristo sostuvieron que donde hay división, el progreso es inalcanzable y todo intento por conseguirlo termina siendo frustrado. ¿Qué vemos actualmente en el ámbito económico-político de El Salvador?
Es muy notoria la desigualdad económica que existe en el país. La concentración de las riquezas en la población es muy limitada. Las personas ricas en El Salvador son muy pocas, sin embargo las personas sumidas en el abismo tenebroso de la pobreza son abundantes. Los impuestos aumentan y al pobre le corresponde pagarlos. ¿A qué se debe esta diferencia e injusticia?
Esto se debe a varias razones; pero una que es clave, es la constante confrontación de los políticos en oposición. Simplemente porque uno es de una ideología contraria al otro comienzan a atacar las propuestas que posiblemente podrían provocar el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, en la mayoría de los casos la codicia por el poder vence al humanismo.
Esto demuestra una gran verdad que un sabio del pasado habló. El rey Salomón de la antigüedad dijo en cierta ocasión: “Todo esto he visto, y hubo un aplicar mi corazón a toda obra que se ha hecho bajo el sol, durante el tiempo que el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.” ¿No es cierto la mayoría de los gobernantes, por no decir todos, simplemente aspiran a lucrarse de su posición de autoridad, pasando por alto cualquier cosa sin importar que se trate de la integridad de su prójimo?
Ahora bien, hay otra cosa que afecta el desarrollo de la sociedad, y se trata de la actitud de cada persona que la integra. Al hablar de desarrollo social, se suele culpar solamente a los dirigentes de los problemas que afectan al país. ¿Será que hay algo que cada uno de nosotros podamos hacer para mejorar al país?
Sí, lo hay. Se trata de darnos cuenta que un país no es solamente el gobierno, sino todos quienes lo habitan. Por ello, cada uno de nosotros debemos esforzarnos por dar lo mejor de sí en todo momento y juntos construir un mejor país.
Por lo tanto, en vez de criticar los problemas económicos, políticos, etc. que afectan al país y quedarnos de brazos cruzados esperando a todo se arregle como por milagro divino, unámonos y esforcémonos por construir un mejor El Salvador y de esa manera abandonar el estilo de vida donde solo buscamos a quien culpabilizar en vez de ponerle fin a los problemas que azotan el territorio nacional.
Porque, si el gobierno está dividido y el pueblo también, entonces el país terminará en el fracaso como mencionaron Platón y Jesucristo. Por eso, juntémonos y hagamos de El Salvador un mejor país.